Realidad:
Niñas, niños y adolescentes en situación de violencia sexual necesiten espacios de confianza donde pueden expresar sus experiencias traumáticas para buscar un apoyo especializado para la restitución de su salud integral y de los derechos vulnerados.
¡Con una atención terapéutica oportuna y adecuada se puede minimizar las consecuencias para las personas afectadas!

 

Realidad:
La violencia sexual contra niñas y niños siempre deja secuelas, que muchas veces solo salen a la luz muchos años después o hasta en la adultez.
¡Pero, con una atención terapéutica oportuna y adecuada se puede minimizar las consecuencias para las personas afectadas!

 

Realidad:
«¡El/la agresor/a es responsable por cometer la violencia sexual, por lo tanto solo el/ ella puede terminarla!»

 

Realidad:
¡El agresor es la persona que comete el delito de violencia sexual, independientemente de la vestimenta de una posible víctima!

 

Realidad:
Olvidándose no resuelve la situación que ha pasado l* niña/ niño/ adolescente, ya que con el pasar de tiempo se va complejizando su situación emocional hasta llegar a trastornos psicosociales.
¡Debemos escuchar a nuestr*s niños y niñas para protegerles y apoyarles!

 

Realidad:
Aunque hay algunos cambios de comportamiento de los y las adolescentes durante la etapa de la adolescencia, adultos deben estar atentos a cambios inexplicables o indicadores fuertes que muestran los adolescentes y que son indicadores claros que algo no anda bien.
¡Debemos estar atent*s todos y todas!

 

Realidad:
Las estrategias del agresor son bien planificadas. Muchas veces es la persona que menos se esperaba, porque sabe ocultar sus actividades bien. Según los datos de las instituciones de la #RedPREVIENES el agresor es mayormente alguien del círculo familiar de la víctima!