Fortalecimiento del desarrollo personal:

Autoestima

Es la capacidad de sentir confianza, respeto y amor por una/o misma/o. La autoestima afecta en todos los aspectos de nuestra vida, desde cómo actuamos en las relaciones con las y los otros, hasta cómo enfrentamos nuestros problemas y cómo nos proyectamos en el futuro.  En todos los ámbitos sociales  donde nos movemos, con nuestros padres, hermanos/as, hijos/as, amigos/as, en el colegio, en el trabajo, en el amor.

Para desarrollar una autoestima positiva en las y los niños es preciso establecer límites y disciplina, en el marco del respeto, con firmeza y con amor.  

 La autoestima es fundamental para prevenir la violencia sexual, no olvidando que ninguna niña o niño o adolescente se puede proteger sola/o. 

Aspectos que favorecen la formación de la autoestima: 

  • Valorar la responsabilidad.
  • Reconocer  los logros.
  • Orientar sobre el reconocimiento, cuidado, respeto y amor a su  cuerpo.
  • Corregir con amor conductas o malos hábitos.
  • Incentivar la alegría y buen humor.
  • Incentivar la capacidad de dar lo mejor de sí mismos/as. 
  • Enseñar a tomar decisiones.
  • Enseñar a tener un propósito en la vida, construir un proyecto de vida.
  • Ser modelo de valores positivos de vida para las y los niños.
  • Enseñar a respetar los Derechos y practicar los deberes humanos. 

Valores

Los valores humanos están en relación con las virtudes, los vivimos a diario y los demostramos con nuestra forma de actuar, de pensar y de sentir. Los aprendemos desde la primera infancia, en el hogar y con las personas que nos rodean.

La educación de los valores humanos debe estar diseñada para motivar a crecer como personas, ayudar a pensar y tomar decisiones éticas, buscar lo bueno para sí mismo y para las y los demás.

La práctica en valores, nos ayuda a continuar nuestra identidad y a fortalecer nuestra autoestima, ya que aprendemos no solo a amarnos a nosotras/os mismas/os y a las y los demás y a valorar lo que hacen, sino también aprendemos a amar a nuestro prójimo, a la naturaleza y a todo lo que nos rodea.

Aspectos claves respecto a los valores y la prevención de la violencia sexual 

  • Valorar el cuerpo, comprender las emociones y las vivencias corporales como buenas, valiosas e importantes.
  • Aprender la importancia del respeto por el otro y valorar la posibilidad de convivencia social sin necesidad de instrumentalizar al otro, de usar a las y los  demás para nuestro beneficio, incluso a costa de su malestar.
  • Comprender que es importante respetar y contar con la decisión personal para conseguir lo que necesitamos de las y los otros. Podemos obtener de los demás, pero teniendo en cuenta su consentimiento, como una regla de convivencia, los demás tienen el derecho a consentir o no si acceden a nuestras necesidades y peticiones.
  • El cuerpo del otro siente y experimenta, y es potestad del otro decidir si se desea sentir o experimentar ciertas vivencias corporales, afectivas, sexuales, etc. 
  • Es importante promover el concepto de que abrazar, besar, sentir, intercambiar afecto y placer en el contexto del respeto por la autonomía y el consentimiento.

Resiliencia

La resiliencia es la capacidad del ser humano de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, fortalecerse y ser transformado positivamente por ellas.
La resiliencia es un llamado a centrarse en las propias fortalezas y reconocerse como alguien único/a que vive en un medio que lo alimenta y lo sostiene, es enfatizar las potencialidades y los recursos personales que permiten enfrentar situaciones adversas y salir fortalecidos a pesar de estar expuestos a factores de riesgo.

Elementos importantes en la resiliencia:

  • YO SOY: Alguien apreciado, querido, valorado. Respetuoso de mí mismo y del prójimo.
  • YO TENGO: Personas que me quieren, en quienes confío, que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros; que me muestran con su ejemplo la manera correcta de proceder;  que me enseñan a valerme por mi mismo; que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro.
  • YO ESTOY: Dispuesto a responsabilizarme de mis actos. Seguro de que todo saldrá bien.
  • YO PUEDO: Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan. Buscar y encontrar la manera de resolver mis problemas. Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien. Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

Derechos y Deberes

Los derechos Humanos son garantías legales universales que protegen a las personas y grupos frente a acciones u omisiones que puedan afectar sus libertades y su dignidad humana. También pueden definirse como exigencias que brotan de la propia condición natural de las personas.

Todas las personas debemos tener la certeza de que tenemos Derechos, así como deberes, responsabilidades y obligaciones para que nuestros derechos se ejerzan en cualquier momento o lugar.

Las niñas, niños y adolescentes al ser una de las poblaciones con mayor vulnerabilidad, requieren la protección de las y los Garantes de Derechos, quienes desde los diferentes niveles garanticen su bienestar bio, psico social.

Para la prevención de cualquier tipo de violencia y en especial la violencia sexual es importante trabajar la noción de que las niñas, niños y adolescentes son sujetos de derechos. Esto implica establecer relaciones equilibradas y equitativas entre adultos, niñas, niños y adolescentes y rescatar su derecho a opinar, a decir NO,  a ser creídos, a expresar lo que sienten o piensan y a tomar decisiones. 

Elementos importantes a tomar en cuenta:

  • Las niñas, niños y adolescentes deben aprender sus derechos  desde sus primeros días de vida y también asumir sus responsabilidades, siempre acordes a su edad y nivel de comprensión.
  • El entorno familiar debe asumir su rol de protección, educación  y vínculos afectivos positivos en la primera infancia, con mayor énfasis.
  • La disciplina positiva en el entorno familiar favorece el desarrollo personal y social de las niñas, niños y adolescentes.

Comunica-
ción Asertiva

La comunicación es el proceso de transmitir modos de pensar, de sentir y de actuar. En algunas circunstancias las personas pueden generar una comunicación confusa y agresiva, generando problemas y/o malos entendidos.

Sin embargo también pueden comunicarse de manera clara y abierta a la cual se conoce como comunicación asertiva.

La comunicación asertiva es la capacidad de expresar lo que creemos, pensamos y sentimos con respeto, de manera directa, clara y firme y  en el momento oportuno. Significa respetar a las otras personas y a uno/a mismo.

Comunicación asertiva como forma de prevención de la violencia sexual infantil

Si una persona fortalece  una comunicación asertiva, por ende tiene una conducta asertiva porque sabrá lo que  piensa, siente o necesita para responder a una situación de violencia   y este hecho implicará la expresión directa de los propios sentimientos y la defensa de los propios derechos personales  sin negar los derechos de los demás, frente a la violencia sexual infantil.

¿Cómo potenciar una conducta asertiva?

  • Expresarnos libremente, identificando lo que sentimos y pensamos para expresar a las y los demás mediante palabras y actos, sin imponer lo que queremos.
  • Expresarnos con honestidad dando a conocer nuestros sentimientos, deseos y pensamientos en forma espontánea y sincera.
  • Expresar nuestra idea con claridad, sencillez y transparencia.
  • Expresarnos con respeto, aceptando que no siempre vamos a ganar, reconociendo las limitaciones que tenemos.
  • Valorarnos suficientemente. Mantener y cultivar un buen concepto de uno mismo, identificando y remarcando nuestros valores y cualidades.
  • No renegar. Enfadados nos encontramos mal emocionalmente y, además, trasmitimos imagen de debilidad. Lo conveniente es recuperar la calma, contextualizar el problema, calmarse y expresar tranquilamente nuestra opinión (pensar antes de actuar).
  • Evitar las amenazas. Es más eficaz, para que nos tomen en serio y nos valoren, reflexionar sobre los pasos que vamos a dar para defender nuestras opiniones, posturas o derechos y luego enunciar los argumentos con corrección, pero no libre de firmeza si la situación lo requiere.
  • No pidamos disculpas siempre, hagámoslo sólo cuando sea necesario.
  • Nunca ignoremos a los demás. Escuchemos mostrando respeto de  mismos y  por el otro e interés por lo que dice. No sometamos, por mucha razón que creamos tener. Y permitamos que el otro tenga siempre una salida digna, no cerremos puertas al diálogo. Seamos, en fin, asertivos.
  • Nadie necesita enemigos y a todos nos viene bien contar con gente que nos aprecie y respete y que se preste, en un momento dado, a defendernos o a colaborar con nosotros.
  • Admitamos nuestros errores y equivocaciones y seremos más estimados y queridos.

Autocuidado

El autocuidado es la práctica de actividades que las personas inician y hacen por sí mismas, para el mantenimiento de la vida, la salud y el bienestar, contribuyendo de forma específica a la integridad estructural, funcionamiento y desarrollo humano. Podemos hablar del autocuidado en tres dimensiones: físico, social y psicológico.

En la dimensión física, están las necesidades básicas como la alimentación, sueño y descanso, actividad y ejercicio, la sexualidad.

En la dimensión social, se encuentran las relaciones con el entorno más cercano, y por supuesto con una/o misma/o. Y la dimensión psicológica tiene que ver con características personales de la persona, como la identidad, la autoestima, la autonomía.

Entonces, el autocuidado incluye una amplia gama, incluye al cuerpo, la mente, el intelecto, el espíritu, las emociones, afectos, los vínculos, las decisiones, la integridad física y emocional. Durante la infancia, la supervivencia, salud y bienestar de cada ser humano necesitan de cuidados, y en ese sentido, del autocuidado depende la capacidad que cada ser humano pueda desarrollar y desplegar en relación al cuidado de otros. Es decir, el “cuidado ético” no es posible sin autocuidado.

Aspectos para impulsar el autocuidado en niñas, niños y adolescentes 

  • Fomentar la higiene personal, como tomar baños, cepillarse los dientes, cortarse las uñas, lavarse las manos, tirar la basura en su lugar.
  • Para la salud física, procurar una alimentación sana, practicar actividades físicas y dormir lo necesario.
  • Ser un referente de confianza para hablar sobre salud sexual de forma integral, en las que se tome en cuenta las diferencias biológicas por sexo y las partes del cuerpo que deben cuidar y respetar más.
  • Con estos aspectos, hacerles comprender la importancia de asumir responsabilidad de cuidarse a si mismos.

Manejo de emociones

Desde la infancia se experimentan emociones y es necesario brindar o tener el espacio para su expresión.

A partir del primer año de edad, surgen las rabietas y pueden ser más frecuentes desde los dos o tres años, la emoción los abruma y no saben explicar en palabras lo que les pasa, por lo tanto, es fundamental la guía y apoyo de sus personas significativas.

 La forma en cómo se guíen y apoyen estas situaciones serán determinantes para la expresión de sus emociones en las etapas siguientes de la adolescencia y la adultez. Si se dan mensajes para reprimirlas, “las emociones ya no fluyen armónicamente, comienzan a emerger de una forma en la que se vuelve difícil identificar lo que se está sintiendo” y en consecuencia no hay una regulación emocional adecuada.

Sugerencias para fomentar el manejo de emociones

  • Nombrar las emociones y que corporalice la emoción para que pueda detectarla.
  • Ayudar a poner en palabras lo que siente.
  • No avergonzarlo por sus sentimientos.
  • Mantener la calma ante una rabieta.
  • Leerle cuentos sobre las emociones.
  • Aceptar sus errores y motivarlo para que vuelva a intentarlo.
  • Enseñarle a tener respeto por las y los demás.

Resolución de conflictos

Los conflictos son parte de nuestra vida y una gran fuente de aprendizaje. Tener conflictos significa estar vivo, y lo saludable es aprender a manejarlos, principalmente porque algunos son inevitables, es una situación en la cual dos o más partes, ya sea individualmente o en grupo, se enfrentan, discrepan e interfieren en la satisfacción de sus expectativas, necesidades, intereses y objetivos.

Un conflicto ayuda a las personas a aprender nuevos y mejores modos de resolver los problemas, a construir relaciones mejores y más duraderas y a conocerse mejor así mismo y a los demás.

Resolución de  conflictos sin violencia;

 Para poder resolver conflictos de manera pacífica se requiere, asumir ciertas  actitudes y seguir etapas  importantes.

Actitudes: 

  • Valorar el diálogo como instrumento de resolución del conflicto.
  • Ser capaz de escuchar y contener al otro en su visión del problema.
  • Generar confianza, confiar en el otro y en los compromisos que se adquieran. 
  • Cooperar para que se llegue a un acuerdo.
  • Teniendo estas actitudes  como base, se puede trabajar en  la resolución de conflictos por etapas.

Teniendo estas actitudes  como base, se puede trabajar en  la resolución de conflictos por etapas.

Posibles etapas:

  • Reconocer la existencia de una tensión (ver el problema o conflicto.)
  • Dialogar entre las partes en conflicto para definir exactamente cuál es el problema. Este diálogo implica necesariamente que cada parte es capaz de escuchar, sin atacar, los argumentos del otro.
  • Proponer soluciones alternativas en que cada parte ceda un poco, pero también gane un poco. Esta etapa es muy importante y hay que darle un buen tiempo, ya que una buena solución no siempre es la primera que surge.
  • Lograr un acuerdo concreto y visible con un compromiso de cumplimiento de ambas partes.

Cultura de paz

La paz empieza por el rechazo de cualquier tipo de  violencia como forma de solucionar los conflictos. Y para que esto pueda ser posible se debe dar un amplio consenso al respecto, es decir la paz se debe interiorizar culturalmente y esto supone erradicar la cultura de la guerra y la violencia como forma de resolver los problemas que genera el modelo de desarrollo actual.

La construcción de una cultura de la paz es un proceso lento que supone un cambio de mentalidad individual y colectiva. En  este cambio la familia  en la educación en valores, afecto y protección tiene un papel importante en tanto que incide en la construcción de los valores de las y los  que serán futuras/os  ciudadanos y ciudadanas y esto permite una evolución del pensamiento y la actitud de la sociedad. 

Ahora bien no solo la familia es parte importante para que se genere un proceso de reflexión sobre cómo se puede incidir en la construcción de la cultura de la paz, desde el Estado y sus instituciones, medios de comunicación, instituciones y/o organizaciones privadas se debe dar énfasis en generar una conciencia colectiva  sobre la necesidad de una cultura de paz  que no deje lugar a la violencia.

Aspectos a fortalecer para una cultura de paz:

  • Enseñar y aprender a resolver los conflictos de forma asertiva.
  • Educar en valores a través del ejemplo.
  • Intervenir desde los diferentes ámbitos de influencia (escuela, medios de comunicación, ONG,  familias, etc.)